El sindicato de jugadores profesionales de Francia (UNFP) publicó un mensaje sobre la relación laboral que existe en estos momentos entre el PSG y Kylian Mbappé, puesto que ninguna de las dos partes parece ceder en una relación que se ve cada vez más tensa conforme pasan las semanas.
Pero para el sindicato, quien está en una posición correcta es el futbolista, mientras que el trabajo del club durante este mercado de fichajes sería un “acoso moral”, una situación que surgió a raíz de la presión del conjunto parisino para que su estrella renueve este verano el contrato que finaliza en 2024 y que le permitiría al delantero irse al equipo que quiera a coste cero.
“No está de sobra recordar a los dirigentes que ejercer presión a un asalariado, degradando a sus condiciones de trabajo, por ejemplo, para forzarle a irse o aceptar lo que el empleador quiere constituye acoso moral“. señala el comunicado del UNFP.
Nasser Al-Khelaïfi, presidente del PSG, les declaró a todos los jugadores durante la presentación de Luis Enrique como nuevo técnico del equipo, que “nadie está por encima de la institución, tampoco yo, y el que no quiera jugar por el escudo o no lo respete no debería estar aquí”, una declaración que caló hondo porque hay quienes piensan que dichas palabras iban dirigidas a Kylian Mbappé.
El delantero galo no forma parte de la plantilla del PSG que está en estos momentos en Japón y Corea del Sur para jugar parte de la pretemporada. Una decisión que surge en medio de las especulaciones de las múltiples ofertas que habría recibido uno de los mejores futbolistas de la actualidad, puesto que el Real Madrid al parecer seguiría al acecho, mientras que desde Arabia Saudita habría una oferta absurda de dinero para convencer al francés de irse de París.
“Todos los jugadores deben beneficiarse de las mismas condiciones de trabajo que el resto del efectivo profesional”, dicta el sindicato sobre un Mbappé que tendría que renovar antes del 31 de julio de acuerdo con el PSG, puesto que después de dicha fecha el equipo tendría que pagarle 80 millones de euros como cláusula de fidelidad y el conjunto parisino temen que el francés se haga del dinero y en un año fiche por otro club sin siquiera recibir un euro a cambio.