Guardiola y Mourinho, en el camino de reconquistar Europa

Con dos filosofías distintas de cómo ver el fútbol, Josep Guardiola y José Mourinho vuelven a una final de competencias europeas. El español en la Champions League con el Manchester City, mientras que el portugués hará lo propio con la Roma en la Europa League en el intento de ambos de reconquistar el concierto internacional.

Pese a que los dos colosos no tendrán un enfrentamiento directo, las comparaciones resurgen entre dos de los referentes del banquillo en las últimas dos décadas, quienes en su momento disputaron todo cuando ambos estaban en LaLiga, Guardiola con el mejor Barcelona de la historia y Mourinho con el Real Madrid del récord de puntos en el campeonato doméstico en plena era catalana. 

Si esta pelea de fútbol se trasladara a la música de cámara, Mourinho sería el Beethoven del fútbol europeo. Ese tipo duro que prioriza el estilo defensivo y que compone un sistema de juego basado en el golpe, la entereza en el fondo y soltar latigazos mortales tal como alguna vez se los aplicó al técnico español cuando venció al Barcelona multicampeón en una eliminatoria de Champions League con el Inter, justo el mismo equipo que Guardiola verá en la final, esta vez al mando del Manchester City. 

Guardiola, por su parte, sería el Mozart del fútbol. Un tipo con talento natural, obsesivo por la táctica ofensiva y por ‘jugar bonito’. Sus compases se basan en la armonía de los toques continuos a la espera y a veces monótonos, tal como si se tratase del cromatismo del compositor alemán para después matar casi a quemarropa. Romper desde el fondo está casi prohibido y no tener el balón un pecado.

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El técnico portugués venció al Leverkusen que dominó el partido de vuelta de las semifinales de la Europa League con sólo el 28 por ciento de posesión y un sólo remate frente a la veintena de disparos de los alemanes. La Roma del único técnico que suma los tres títulos más importantes de Europa salió avante con el amor propio y con las emociones puestas en hielo, mientras que Guardiola lo hizo con una táctica cerebral que le permitió golear 5-1 al Real Madrid.

Para Mourinho, la tenencia del balón no es indispensable y prefiere esperarse al error contrario. Ambos pasionales, pero con distintas filosofías de entender el fútbol. Aunque el balompié superó el debate entre las dos escuelas principales de los últimos 15 años, si uno de los dos técnicos pierde, el otro quizá ponga de moda su sistema de juego una vez más.