En la era en que los atletas de la NCAA pueden recibir ingresos por el uso de su nombre, imagen y apariencia (NIL), suspensiones como la del martes a Jim Harbaugh suenan todavía más ridículas.
El coach de los Michigan Wolverines fue sancionado 4 partidos por cometer diversas violaciones de reclutamiento. La NCAA investigaba cuatro acusaciones menores contra Harbaugh durante la pandemia, como contactar a reclutas en un periodo que no estaba permitido, que ‘analistas’ actuaran como entrenadores, tener entrenadores contactando por videoconferencia a jugadores en periodos en que no se había permitido y, post Covid, pagar de su bolsillo por hamburguesas en un local de Ann Arbor en una visita de reclutamiento.
El mayor problema fue que Harbaugh mintió a la investigación al respecto, por lo que las acusaciones pasaron a ser de Nivel II a Nivel I, que implican sanciones mayores, pero el coach llegó a un acuerdo con la investigación y la penalidad no fue tan grave.
Harbaugh no podrá estar en las laterales ni en entrenamientos ni en ninguna actividad del equipo durante las cuatro primeras semanas del año. Los asistentes Sherrone Moore y Grant Newsome también fueron sancionados un partido.
Eso implica que Michigan estará sin su entrenador en tres partidos fuera de conferencia (East Carolina, UNLV y Bowling Green) y el primero dentro del Big Ten, ante posiblemente el peor equipo, Rutgers.
La sanción es igual de inverosímil que la supuesta falta, ya que perderse cuatro partidos en que los Wolverines son favoritos por múltiples anotaciones (ante los tres últimos, su anterior duelo tuvo líneas de apuestas de -34, -25 y -26).
El comprarle hamburguesas a prospectos cae dentro de la categoría de ‘beneficios no permitidos’, que en el pasado llevó a quitar un Heisman a Reggie Bush por pagar una casa a su familia, o al despido del coach Jim Tressel de Ohio State porque sus jugadores vendieron memorabilia, o también el tema de recibir tatuajes gratis en los Buckeyes. Ahora eso es permitido si se hace dentro del NIL. Algunos analistas o cuentas en Twitter se burlaban de la situación y comparaban la diferencia en las sanciones, pero al final del día resulta ridículo, cuando menos, preocuparse por eso en pleno 2023.
Sea como sea, Michigan iniciará la búsqueda de su primer campeonato nacional desde 1997 sin su entrenador durante el primer mes, aunque quizá si un aficionado les dirigiera también ganarían esos primeros cuatro partidos.