La Fórmula 1 ha anunciado que el Gran Premio de Canadá, que se correrá en dos semanas, no está en riesgo por la crisis climatológica de la región. La provincia de Quebec, donde se encuentra el Circuit de Gilles-Villeneuve está sufriendo la peor temporada de incendios forestales que se ha registrado.
El humo de los incendios se ha esparcido por todo el sur de Canadá, y ciudades de Estados Unidos cercanas a la frontera, principalmente Nueva York. El aire tóxico ha provocado alertas de calidad de aire, que restringen a los residentes a permanecer dentro de sus casas.
La zona ha sido cubierta de una neblina color marrón que puede ser preocupante para la salud. De momento, la ciudad de Montreal se ha mantenido limpia, pero algunos temen que un cambio de dirección del viento pueda afectar la ciudad.
Los organizadores de la carrera, junto a las autoridades locales, y el Grupo de Gestión de Incidentes de la F1, han tenido una reunión en la que determinaron que el evento no está en riesgo por la situación.
“El evento no corre peligro, y toda la información pertinente nos asegura que la situación en Montreal en estos momentos es diferente a la de otras partes del país y del norte de Estados Unidos. El riesgo sigue siendo bajo y la calidad del aire es buena en Montreal”, declaró un portavoz de la F1.
Los incendios forestales ocurren a 800km de la ciudad, y aunque hubo un ligero impacto en la calidad, todo indica que volverá a la normalidad antes del Gran Premio.
La Fórmula 1 ya se vio obligada a cancelar una carrera esta temporada por una crisis climatológica. El Gran Premio de Emilia Romagna no se pudo llevar a cabo por las severas inundaciones de la región.