Ferrari se metió en la pelea por los primeros lugares del Gran Premio de Canadá. Carlos Sainz y Charles Leclerc lograron recuperar posiciones, pero pese a que el español tenía mejor ritmo de carrera, las órdenes del equipo favorecieron al monegasco.
Era la vuelta 42 cuando el equipo se percató que Sainz tenía un mejor ritmo que Leclerc, cuando estaban cuarto y quinto lugar. El español logró recortar a 2.3 segundos, pero la escudería le mandó la orden de no atacar a Leclerc.
Sainz tuvo que mantenerse en su lugar y evitar atacar a Leclerc, una decisión que complicó a Checo Pérez que venía en sexto y no podía alcanzar a Sainz que tenía mejor rendimiento todo el fin de semana.