Checo Pérez y la inmejorable oportunidad en Miami de seguir como el Rey de las Calles

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Sergio Peréz conquistó otro circuito callejero en Bakú | REUTERS/Maxim Shemetov

Sergio Pérez se consolidó como el rey de los circuitos callejeros, sumando una victoria más en el GP de Azerbaiyán. De sus seis victorias en la Fórmula 1, cinco han llegado en trazados urbanos, incluyendo las dos de esta campaña en Jeddah y Bakú. Este domingo, Checo saldrá a buscar seguir alargando esa historia largando desde la pole position en el Gran Premio de Miami.

Durante toda su carrera, el mexicano ha demostrado gran habilidad para dominar los tramos estrechos, curvas cerradas, y escapatorias reducidas de los exigentes circuitos de calle.

Tras campeonar en Azerbaiyán, Arabia Saudita, Mónaco, y Singapur, Checo busca conquistar el resto de los circuitos callejeros en el calendario de la máxima categoría del automovilismo mundial.

El GP de Australia tendrá que esperar un año más. Tras un accidente en la curva tres durante la clasificación, quedó fuera de la contienda por el primer lugar. La carrera de Las Vegas se correrá por primera vez en 2023, y Pérez deberá esperar hasta noviembre para poder convertirse en el campeón inaugural.

Es en Miami donde se presentará una nuevaoportunidad para que Pérez siga acumulando victorias callejeras. El trazado de la Florida celebrará su segunda edición, después de que Max Verstappen se coronará en 2022.

Tras las malas condiciones del pavimento, que fueron altamente criticadas por los pilotos, se esperan mejoras a la pista para esta temporada. Estas modificaciones, darían a Miami las clásicas características de un circuito callejero en los que Pérez sobresale. 

La victoria en Miami no solo importa para mejorar sus estadísticas, el jalisciense debe buscar la victoria en condiciones favorables para seguir presionando en la carrera por el título.

Actualmente se encuentra en la segunda posición, a 6 unidades de su compañero neerlandés. Con una victoria en Estados Unidos, aseguraría el liderato de la tabla sin importar el resultado de sus rivales.