Errol Spence Jr y Terence Crawford iniciaron con el clásico round de estudio, pero cuando nadie lo esperaba, el campeón de la OMB conectó con un doble recto de izquierda que tiró al tricampeón mundial para tocar la lona negra en un aviso de lo que sería el resto de la velada en el T-Mobile Arena de Las Vegas este sábado 29 de julio en una noche en la que Crawford se convirtió en el primer doble campeón indiscutido de la historia tras noquear a su rival en nueve asaltos.
Errol Spence Jr buscaba un poco más a su rival y con esa fuerza física, tamaño y velocidad, parecía que tenía a su favor el combate. Pero los minutos pasaban y la inteligencia del ex campeón de los superligeros se imponía en su clásica especialidad del contragolpe que le redituó mandar al tricampeón tres veces al suelo.
El tricampeón mundial sabía que las contras de su rival eran peligrosas, sólo que esto no evitó que lo arrinconara contra las cuerdas para golpearlo al cuerpo y procurar restarle algo de histamina a un Terence Crawford más inteligente en el trámite, al menos en los primeros minutos.
Cuatro cinturones, un invicto, el estatus del mejor libra por libra y un nombramiento en el Salón de la Fama del Boxeo estaban en juego en una noche en la Ciudad del Pecado repleta para ver la pelea más esperada desde el enfrentamiento de Manny Pacquiao contra Floyd Mayweather.
La sangre corría por el rostro de Errol Spence Jr a quien le entraban varios rectos y jabs con una guardia que iba con pasos hacia atrás para tomar impulso y darle varios golpes sobre el rostro del tricampeón de las 147 libras.
Al quinto round, Terence Crawford ya había hecho mella sobre el cuerpo de su rival, quien tuvo que tener el visto bueno del médico para poder continuar. La izquierda del campeón del OMB caía sobre sus ojos. El poder era evidente y Spence detenía los golpes con la cara.
Una gran cantidad de manos entraba en el tricampeón y en el séptimo episodio, Errol Spence volvía a caer al suelo en dos ocasiones ante una derecha que parecía bazuca. Y en el noveno capítulo, el tercer hombre sobre el ring paró la pelea al ver que las piernas del entonces tricampeón parecían de trapo. Terence Crawford se convirtió en el primer doble campeón indiscutido en la noche de su consagración con la historia.