La tentativa pelea entre Tyson Fury y Oleksandr Usyk para proclamar el primer campeón indiscutible de peso pesado desde 2000 se tambalea, ya que ambos boxeadores no acaban de ponerse de acuerdo sobre los términos contractuales para una revancha.
El promotor de Usyk, Alex Krassyuk, dijo el miércoles al canal británico talkSPORT que su boxeador se cansó de negociar con Fury porque su rival pone “demasiados obstáculos para pactar la pelea”.
Frank Warren, el promotor británico de Fury, dijo que el conflicto en las negociaciones responde a la repartición de los ingresos de una revancha. Warren confía que las negociaciones se reanudarán pronto.
El último campeón indiscutido de la división de los pesos pesados fue Lennox Lewis entre 1999-2000.
Usyk, el campeón de la AMB, OMB y FIB, se pronunció en sus redes sociales la semana pasada, aceptando los términos planteados por Fury para pelear el 29 de abril en Londres, con una repartición de 70-30 inclinada a favor de Fury, reinante monarca del CMB.
El AMB fijó el 1 de abril como plazo para que ambos se pusieran de acuerdo definitivamente, de lo contrario Usyk tendría que realizar una defensa obligatoria.
“Quedó una sensación de que cuando Usyk aceptó 70-30, Tyson Fury empezó a creerse que podía manipular Usyk al máximo. Se equivocó”, dijo Krassyuk a talkSPORT.
“Usyk aceptó la repartición 70-30. Es alguien muy leal y con toda la disposición para que la pelea de haga realidad. Pero esta pelea no tiene nada que ver con Tyson Fury. Se trata del cinturón del CMB y que (Usyk) incremente su colección”.
Warren indicó que las partes pactaron en todo salvo la cláusula de revancha, poniéndose de acuerdo en cuestiones como las reservas de hoteles y viajes, y cuál de los dos será el primero en subir al tinglado en el estadio Wembley.
Fury no quería una revancha dentro del acuerdo, pero Warren señaló que pudo convencer a su representado para cambiar de opinión.
Krassyuk dijo anteriormente que Usyk podría acabar peleando contra el británico Daniel Dubois, primer retador del ucraniano.