Oscar de la Hoya cree que sus 11 títulos no fueron suficiente: “No estuve a la altura de mi potencial”

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Oscar de la Hoya, campeón de seis divisiones | AP
Oscar de la Hoya, campeón en seis divisiones | AP

Oscar de la Hoya consiguió 11 títulos mundiales y si bien en su momento fue uno de los boxeadores más criticados tal como ahora lo es Canelo Álvarez, el peleador de origen mexicano es uno de los pocos campeones en conseguir campeonatos mundiales en seis categorías diferentes, sin embargo el Golden Boy considera que su talento estaba por encima de sus logros en el cuadrilátero. 

El hoy dueño de Golden Boy Promotions declaró para su propio documental The Golden Boy, estrenado en HBO, que nunca pudo estar a la altura de su talento e incluso pudo haber conseguido más logros de haberse puesto las pilas, una declaración que no pasó desapercibida ante ciertos aficionados que lo calificaron de “agrandado”, mientras que otro sector coincide con sus palabras. 

“Quieres llegar a la cima. Ese es tu objetivo. Ese es tu sueño. No hay vuelta atrás. Una vez que llego a la cima, no estoy satisfecho. Gané 11 títulos mundiales en seis categorías de peso diferentes. ¿Quién diablos no está satisfecho con eso? Pero no estuve a la altura de mi potencial dentro del ring. Podría haber dado mucho más. Pude haber sido…”

Oscar de la Hoya venció a rivales a la altura de Julio César Chávez, Pernell Whitaker, Arturo Gatti, Fernando Vargas, Ricardo Mayorga, Héctor Camacho y se quedó en el intento de derrotas a peleadores como Floyd Mayweather Jr, Manny Pacquiao, Félix Trinidad, Bernad Hopkins y Shane Mosley. 

Oscar de la Hoya, dueño de Golden Boy Promotions| AP
Oscar de la Hoya, dueño de Golden Boy Promotions| AP

En el mismo documental, el padre de Oscar de la Hoya dijo que si su hijo se “hubiera concentrado al 100 por ciento en sus peleas, hubiera sido mejor”, mientras decía que muchas veces el ex campeón de seis categorías quedaba centrado en las fiestas con sus amigos.

“Toda la presión es demasiada. La presión que he tenido desde que era un niño. No creo que ningún peleador pueda decir que se siente como yo cuando entro al ring. Porque no estaba luchando contra mi oponente. En realidad, estaba luchando conmigo mismo. Yo era mi peor enemigo. Estaba jodidamente para implosionar”, dijo De La Hoya.