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Anthony Joshua regresó al ring tras una pelea gris con Jermaine Franklin y después de perder sus coronas con Oleksandr Usyk ante un Robert Helenius que siempre es peligroso y que tenía una derrota en el historial con Deontay Wilder, así que la prueba venía para ambos boxeadores de los pesos pesados, pero un misil de derecha fulminó al sueco en el séptimo en una noche mágica para el británico.
Robert Helenius tenía más intenciones de atacar al saberse el lado B de la pelea, mientras Anthony Joshua mantenía la movilidad que lo caracteriza en una noche en el O2 Arena de Londres, ante un público británico a la expectativa del futuro de su peleador.
Cabe destacar que Robert Helenius apareció como rival tras la caída del enfrentamiento con Dillian Whyte por un supuesto caso de un doping positivo y aunque la preparación del sueco probablemente no era la adecuada, el nórdico puso en aprietos al local en pocas ocasiones al mantenerse en el centro del cuadrilátero y evitar las cuerdas.
La velada parecía tranquila porque ninguno quería ir más allá, pero aún así los golpes le llegaban entrar a un Robert Helenius que tenía cierta debilidad en los golpes rectos que entraban como agua en una guardia abierta de parte del sueco que buscaba un sólo golpe.
La zurda de Anthony Joshua castigaba al visitante del O2 Arena que coreba cada uno de los movimientos de su peleador que busca una oportunidad al título en una pelea tranquila porque a pesar de la falta de contuendencia, al menos defensivamente volvía relucir al no permitir golpes en su contra.
Y cuando no pasaba nada, Anthony Joshua cazó a su rival para mandarlo a la lona en un golpe devastador de derecha contra Robert Helenius en el séptimo capítulo que le permitió a AJ congratularse con el público en una noche para su primer paso en el regreso a la élite.