La jugada del torneo, no hay más. El jardinero central de la selección mexicana, Randy Arozarena, se lució con una atrapada que impidió la carrera del empate de Puerto Rico y que mete a los aztecas por primera vez a semifinales del Clásico Mundial de Béisbol en la historia.
Corría la parte alta del octavo inning cuando Rivera conectó un tablazo sólido al jardín central y el jardinero de los Tampa Bay Rays corrió con todo detrás de la bola, pegando un salto y quedándose con ella con la punta del guante.
Gracias a esa atrapada, el corredor emergente de Puerto Rico, que ya había arrancado a toda velocidad, tuvo que regresar a la primera almohadilla y se quedó con las ganas de llegar al plato para anotar lo que hubiera sido el 5-5 en el juego.