Las razones del fracaso de los New York Yankees: a punto de cerrar la peor temporada desde 1992

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Los New York Yankees no encontraron la forma de calificar a los playoffs de la MLB y a falta de seis partidos para que termine la temporada regular, los jugadores del equipo de la Gran Manzana ya preparan sus vacaciones, a la espera de evitar cerrar la peor temporada desde 1992.

El combinado que dirige Aaron Boone perdió a manos de los Arizona Diamondbacks y no irán a la postemporada por primera vez desde 2016, un resultado que mantiene molesta a la afición de uno de los equipos más populares del béisbol, pues al principio de la campaña apuntaban como uno de los favoritos para este año. 

Si los malos resultados continúan al final de esta semana, los Yankees tendrían el riesgo de acabar con un récord en contra, algo no visto desde hace 31 años, un fracaso que podría tener una quema interna con varios señalados por la temporada que no se imaginaba el conjunto neoyorquino. 

¿Mal ambiente en los Yankees?

Uno de los primeros en alzar la voz fue Anthony Rizzo, pues de acuerdo con el periodista Bryan Hoch, el veterano habría señalado algunas autocríticas por la interna que existe en el equipo durante una entrevista. 

“No puedes simplemente sentarte aquí y decir que lo que hicimos este año es lo suficientemente bueno como para continuar el año que viene. Primero tienes que mirarte al espejo y decir: ¿Por qué este clubhouse no fue tan bueno? No es que las personalidades no encajaran, aquí no había una división”, declaró Rizzo.

Un equipo lleno de lesionados

El equipo neoyorquino tiene un récord de 79 ganados y 77 perdidos, números que les dan un porcentaje de victorias de .506, a la espera de no quedar con un récord negativo. Dichos números se deben en parte a la gran cantidad de lesiones que arrastra la institución a lo largo de la campaña tras las bajas sensibles de Carlos Rodón, Luis Severino y Frankie Montas, durante la primavera. 

La mala suerte continuó y Lou Trivino salió en mayo, mientras que José Treviño acabó en el quirófano y fuera todo el año por una lesión de muñeca. Josh Donaldson y Néstor Cortés Jr, también quedaron en la lista de lesionados durante las mismas fechas, hasta terminar con una baja sensible de Jasson Domínguez y Wandy Peralta.

Pero quizá lo más preocupante fue cuando Aaron Judge arrastraba una lesión de pie por dos meses y la conmoción cerebral de Anthony Rizzo que le impidió tener algunas entradas en el diamante. Carlos Rondón se encuentra entre este grupo, pues casi todo el año estuvo lesionado y apenas tuvo 13 aperturas. 

No podemos dejar de mencionar a Giancarlo Stanton cuando dejó a los neoyorquinos durante 47 días por un problema en el tendón de corva. El beisbolista regresó en junio al campo, pero no volvió a brillar cómo se esperaba. Una situación que emuló de Luis Severino, pues el abridor quedó fuera por dos meses al inicio de la temporada y pese a regresar, otra vez quedó sin posibilidad de jugar. 

Sin rotaciones, refuerzos y un giro en el timonel

Los New York Yankees no quisieron arrasar en el mercado de cambios. La decisión evidentemente pesó dentro del equipo, pues con una gran cantidad de lesionados no había suficiente rotación en la plantilla limitada por el calendario apretado de la MLB. 

Una de sus pocas adquisiciones, Keynan Middleton, de igual forma resultó lesionado, pero no hubo ningún reemplazo para Andrew Benintendi. Gerrit Cole y Aaron Judge, quizá son los únicos que se salvan de la quema por su importancia dentro de la institución de la Gran Manzana, mientras que el novato Anthony Volpe nada más no cumplió la expectativas. 

A esto hay que sumarle el papel de Aaron Boone, el manager que parece firme en su puesto pese a las críticas en su contra, aunque hay algunos que lo salvan por la gran cantidad de bajas que tuvieron en los últimos meses.