Los Tampa Bay Rays del 2023 estarán por siempre en la historia de Grandes Ligas, luego de iniciar la temporada con 13 victorias, empatando la mejor marca de todos los tiempos. La gente sabe de Randy Arozarena, Isaac Paredes y hasta de que llegaron a la Serie Mundial del 2020, pero lo que no saben es que es poco menos que un milagro que este equipo tenga éxito a este nivel.
Hace unos años, los Rays estuvieron en rumores de dejar Tampa. Había propuestas para jugar medio año en Montreal, estaban buscando renovar o construir un nuevo estadio porque el Tropicana Field es el segundo peor parque de Las Mayores, según USA Today Sports, casi siempre entre los peores en asistencia al estadio y es el equipo con la tercera menor nómina de las Grandes Ligas (74.54 millones), solo superando a los Orioles (66.2) y los Atléticos (58.24). Necesitarían duplicar el gasto en salarios para estar siquiera en el promedio (159.7 millones). Mets y Yankees pagan cuatro veces más este año.
Pongamos esto en proporción: lo que hacen los Rays es como si la próxima temporada, un equipo que casi desciende (digamos Everton, Leeds, Brest, Almería o alguno así) gana la Premier, Ligue 1 o LaLiga, o si Haas se lleva la Fórmula 1.
Esto no debería de pasar.
Partamos del inicio. Los Rays son uno de los equipos con menos tiempo en Grandes Ligas. Nacieron en 1998, junto a los Dbacks de Arizona. Sus primeros 10 años, nunca calificaron a los Playoffs. No solo eso: su mejor campaña fue 11 partidos abajo de .500 (70-91). Eran por mucho, el peor equipo de Las Mayores (645-972, .399). Y de repente, llegaron a la Serie Mundial en 2008, cayendo en cinco juegos ante los Phillies.
Ahí comenzó una nueva era, en la que desarrollaban peloteros, pero no los podían retener ante los millones de las costas. Así se fueron fueron Blake Snell, Carl Crawford, Scott Kazmir, Evan Longoria, David Price, Fernando Rodney y Chris Archer. Eran una cantera de los millonarios.
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Pese a todo, seguían teniendo apariciones en los Playoffs (8 en los últimos 15 años), solo con una laguna cuando se fue el mánager Joe Maddon tras 2014. Ya volvieron a una Serie Mundial y si Kevin Cash deja a Snell en la lomita en el Juego 6, quizá los Dodgers no tienen ese anillo.
¿Cómo le han hecho?
La clave ha estado en hacerse con prospectos en los cambios cuando se van las estrellas. Han desarrollado algunos desde que les tomaron en el Draft, pero son más bien jugadores que volaban bajo el radar en otras organizaciones y la rompieron en la Florida. Su roster de la Serie Mundial del 2020 estaba conformado por más de la mitad de peloteros (15 de 28) adquiridos en cambios.
Randy Arozarena es un ejemplo claro de esto. El cubano no llegó a Grandes Ligas con ellos, sino con San Luis, pero duró una campaña con los Cardenales y en enero del 2020 llegó a Tampa.
Y así, con piezas que fueron despreciadas por otras novenas, pero desarrollando mejor que nadie, tienen el mejor inicio en la historia de las Grandes Ligas.