El show de Shohei Ohtani continúa en el Clásico Mundial de Béisbol. La súperestrella japonesa volvió a lucir en la victoria 13-4 de Japón ante Corea del Sur, que encamina el pase a la siguiente ronda y deja herido de muerte a su rival.
Aún antes de que se cantara play ball, el Tokyo Dome ya era una sucursal del manicomio por el calentamiento de Ohtani, con batazos que desafían las leyes de la física y ocasionan que la fanaticada salte de sus asientos.
El día después de lanzar pelota de un hit y producir dos carreras, Ohtani pegó dos hits en tres turnos, con dos bases por bolas y produjo una carrera.
Eso sí, el inicio no fue el más sencillo para Japón. Yu Darvish abrió el partido y fue sacudido en la tercera entrada, permitiendo un cuadrangular de dos carreras. Un error de la defensiva extendió la entrada y llegó la tercera rayita de los surcoreanos.
Pero poco les duró el gusto, porque en la baja de la tercera, Japón respondió con un rally de cuatro carreras para tomar la ventaja.
Ohtani anotó una de las dos carreras niponas en la quinta y, en la baja de la sexta, con bases llenas, pegó un doblete que trajo dos más.
Japón se llevó su segunda victoria del Clásico, 13-4, y deja a Corea del Sur con 0-2, al borde de la eliminación tras apenas dos jornadas.
Además de Ohtani, el pelotero de los Medias Rojas, Masataka Yoshida, se lució, con 3 hits en 3 turnos al bat. Le ganó ‘solo’ a Corea del Sur porque produjo cinco de las carreras de Japón.