La ciudad de Denver festejó el título de los Nuggets el jueves, para molestia de Nikola Jokic, quien quería volver a Serbia lo más pronto posible para estar con sus caballos y no esperar par de días en Colorado.
Pero todo cambió cuando el MVP de las Finales vio a la afición el jueves y estuvo deleitado con lo vivido.
“Saben que dije que no quería quedarme al desfile, pero maldita sea, claro que quería quedarme al desfile. Es el mejor día de mi puta vida”, dijo al llegar al escenario del Civic Center Park, donde se reunión la mayoría de la afición.
“Es increíble. Lo recordaremos esto todas nuestras vidas. Esto es para ustedes. Les amamos, Denver. Gracias”, dijo el Joker, quien también tuvo la buena noticia de que recuperó el trofeo del MVP de las Finales, que perdió durante los festejos del lunes en el estadio.
Jokic estuvo acompañado por sus hermanos en los camiones del desfile, además de su hija, a la que tuvo que proteger de la caída de los líquidos que Christian Braun y Kentavious Caldewell-Pope no se tomaron, además de que su esposa recibió un golpe de una lata que lanzaron los fans.