Nikola Jokic es el cerebro de los Denver Nuggets y lo demostró en las Finales de la NBA al darle su primer corona en la historia ante el Miami Heat.
Un triunfo que no hubira sido posible sin el jugador serbio, algo impensado hace unos años, cuando llegó con ciertas dudas a la NBA después de ser criticado por no estar en forma.
Las críticas siempre persiguieron al jugador de Denver, puesto que cuando era niño sufrió comentarios negativos sobre su aspecto físico al tener sobrepeso. El mismo jugador reveló hace un tiempo que tenía una adicción al pan y la soda o refresco a tal punto de tomarse hasta tres litros al día.
Nikola Jokic fue elegido durante la segunda ronda del Draft de la NBA 2014 en el puesto 41, sin embargo no acudió de inmediato a los Estados Unidos porque Denver determinó que el jugador tenía que ponerse a tono en la liga de Serbia al menos por un año.
“Después de los entrenamientos ya no podía parar, era un vaso detrás de otro“, reveló en su momento el europeo sobre su adicción al refresco en palabras retomadas por ESPN. “En mi primer vuelo a Denver me tomé la última coca. Desde entonces nada, ni una. Me gusta ver que no la necesito”.
Hay que recordar que Barcelona intentó fichar en su momento a Jokic, un plan que no llegó a buen puerto porque los visores del conjunto catalán decidieron no ir por el serbio debido a que tuvo un pésimo partido cuando estaban a punto de concretar la operación.
Con un pasado en la liga serbia con el Mega Vizura, el jugador de la NBA generó dudas antes de su incorporación por un sobrepeso que tenía antes de llegar a los Estados Unidos. Hoy, Jokic presume ser el MVP del 2021 y del 2022, un par de premios que reconocieron su desempeño sobre la duela y que llegaron con su transformación física.
“Además de ser más alto que casi todos mis compañeros, también era el más gordo. No me gustaba la actividad física. En la secundaria no podía hacer ni una flexión de brazos”, reconoció el jugador de Denver en ESPN.