El día que cayeron los Bucks de Milwaukee en la primera ronda de los Playoffs, parecía que se abría el panorama para los Celtics de Boston. Se convirtieron en los máximos favoritos, pero el verdugo de Giannis y compañía ahora les atormenta.
El Heat de Miami ganó los dos primeros partidos de la final del Este como visitantes. Están a dos partidos de volver a las Finales y tienen el viento a favor, más considerando que solo cinco equipos avanzaron tras iniciar 0-2 jugando en casa.
Difícil, pero los Celtics han jugado mejor de visitantes los últimos dos años. Eso sí, es indispensable que ganen el domingo en la Florida.
En la historia de la NBA, nadie ha remontado una desventaja de 0-3. Boston bien podría hacerlo al tener la localía, pero mejor no tentar al destino.
Las estrellas tienen que dar un paso al frente. No pueden permitirse otro juego de solo 16 puntos de Jaylen Brown. Jayson Tatum no puede irse en blanco de campo en el último cuarto. Es impermisible para el jugador de los 51 puntos en el Juego 7 ante los 76ers.
Necesitan encontrar respuestas a la cuestión Jimmy Butler. Quizá Tatum debería asumir más el reto en ese lado de la cancha.
Joe Mazzulla tiene un reto mayúsculo en sus manos. Logró dar con la tecla ante Philadelphia, pero está en una desventaja mayor ahora. Es ganar o ganar o el máximo favorito de los últimos dos años podría irse sin anillo en ambas. Ya han superado adversidades en el pasado; de no hacerlo, las cuestiones sobre todo (entrenador, estrellas) volverán a estar sobre la mesa.