Louisiana State (LSU) aprovechó desde un inicio la cantidad de faltas de parte de Iowa para alzar el título nacional por primera vez en su historia con una increíble actuación de Jasmine Carson durante la final de la NCAA, un partido esperado por los fanáticos del baloncesto femenil universitario a tal punto de que en las gradas estaba la primera dama de los Estados Unidos, Jill Biden.
El Tigres LSU llegó a estar por encima del marcador con 17 puntos, todo gracias al trabajo de Jasmine Carson que metió cinco triples en los primeros minutos del partido, sin embargo los fantasmas todavía estaban contra las visitantes porque ya habían perdido una diferencia por la misma cantidad de puntos en una semifinal ante Tennessee en la Conferencia Sureste.
Iowa y Caitlin Clark se desmoronan ante la LSU en la final de la NCAA
Jasmine Carson obtuvo todos los flashes de los reporteros presentes al encestar cinco triples de cinco intentos y cuando el reloj apenas iba en 12 minutos ya tenía 21 puntos a la cuenta, cuando su récord personal por partido estaba en 25 unidades, una cifra que dimensiona que este fin de semana quedó tocada por los ángeles.
Caitlin Clark no pudo conectarse a la final de la NCAA, pese a que se había convertido en la máxima anotadora de una temporada en el fútbol femenil universitario. De nada le sirvió el récord de todo un año, pues la capitana de Iowa quedó fuera al acumular varias sanciones.
Alexis Morris no tuvo el mismo protagonismo de las semifinales con los Tigers LSU, un hecho que replicado para Angel Reese, quien metió un récord de dobles en la NCAA con 34 durante la temporada, pero no fue porque hayan jugado un mal partido sino porque Jasmine Carson catapultó gran parte de la ventaja del equipo durante los primeros minutos del encuentro.
A Iowa le costó trabajo volver a retomar el ritmo y aunque llegaron a recortar el déficit de 17 unidades, las locales volvieron a retomar el control del partido para retomar una ventaja de 16 puntos. Así que el Louisiana State tuvo suficiente tiempo para controlar las emociones de un partido que lucía más parejo en la previa, pero que acabó 102-85 para las Tigers,